Pese a que la afición por los buenos vinos es creciente, en muchas ocasiones no sabemos cómo se hace el vino. Desde que se recoge la uva hasta que abrimos una botella hay un proceso laborioso, el cual incluye el prensado.
Aquí hace falta una prensa para uvas, que es diferente dependiendo de la cantidad de caldo que vayamos a elaborar. Así, los aficionados tendrán una prensa para vino manual, mientras que aquellos que hagan más cantidad optarán por una prensa hidráulica.
¿En qué consiste el prensado?
El prensado no es más que la extracción del jugo de las uvas con una prensa de vino. Antiguamente, este proceso lo llevaban a cabo las personas en lo que se conocía como el “pisado de la uva”, con los pies. Ahora, por motivos de higiene, eso se hace con una prensa mecánica o una hidráulica.
Gracias a estas máquinas obtenemos el mosto, el zumo de la uva y, por otra parte, quedan las pieles y las semillas. Es cierto que siempre pueden permanecer pequeños restos en el mosto, pero es una cantidad ínfima que es muy sencilla de separar mediante un proceso de filtrado.
¿Qué tipos de prensas existen?
Si buscamos una prensa de uvas para vino nos daremos cuenta de que hay unas cuantas clases, aunque las dos más importantes son la prensa de husillo o de canasta y la prensa neumática.
También hay estrujadoras manuales, para aquellos que solo quieren unas pocas botellas de vino.
Prensa de husillo
Esta es la prensa más tradicional y es manual. Tiene una canasta o un cubo perforado que es donde se coloca la uva. Situada en la parte central hay un cilindro vertical con una rosca sin fin.
En la zona superior de la canasta se suelen poner unas maderas, de forma que conforme vamos girando el husillo las maderas bajan y presionan la uva. El mosto cae por la parte de abajo en una zona que lo contiene y lo vierte a un recipiente que colocamos debajo.
Con este método se pueden procesar cantidades de uva de lo más variado. De hecho, en nuestro catálogo tenemos una prensa de uvas para vino adecuada a cada necesidad.
Aquellos que están empezando lo podrán hacer con la prensa mecánica D15, que tiene una capacidad de 5 litros, mientras que los que ya conocen el proceso pueden optar por el modelo D80, con una capacidad de 477 litros.
Además, este tipo de máquinas son muy polivalentes, pues sirven como prensas para frutas y prensas para miel.
Prensa hidráulica
Cuando hablamos de hacer vino a mediana o gran escala, la prensa de husillo no es práctica. En este caso lo mejor es optar por la hidráulica o neumática, pues nos va a facilitar el trabajo.
Su uso no es complicado, ya que se asemeja mucho a la anterior. Trae un cubo perforado que se abre y que podemos cargar con la uva que vayamos a prensar, para después darle al botón y que la máquina se encargue de todo gracias a un pistón.
Dentro de nuestro catálogo tenemos una prensa de vino barata de este tipo. Se trata de la prensa hidráulica eléctrica D70, la cual también sirve para trabajar con miel y frutas.
Tiene una capacidad de 326 litros y un manómetro regulable de 0 a 350 atmósferas, por lo que su rango de trabajo es muy amplio.
Con el fin de hacernos la tarea más sencilla, posee un carro que nos facilita extraer la carga sin ningún esfuerzo, puesto que la prensa está ideada para obtener muchos litros de mosto.
Estrujadora manual
Algunos aficionados compran algo de uva y quieren probar a hacer unas pocas botellas, a modo de iniciación.
En estos casos pueden recurrir a una estrujadora manual, la cual es muy válida para aquellos que quieren saber cómo se hace el vino sin gastar demasiado en máquinas.
Es la prensa de vino más barata que hay, ya que solo tiene un par de rodillos a través de los cuales pasa la uva. Esto se consigue con una manivela que vamos a tener que ir moviendo sin parar y de ahí que se destine a pequeñas producciones.
Apenas ocupa espacio y se puede guardar en cualquier sitio, lo que la hace muy práctica para los productores caseros.
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